El Programa Made In Basque Country de Radio Euskadi entrevistó el 27 de febrero a Iñaki Castresana, responsable de organización de SDA Factory, para conocer y profundizar en el pasado, presente y, sobre todo, futuro de compañía. En este sentido, Castresana manifestó que “llevamos más de 40 años produciendo muy buenas planchas en Euskadi, muy reconocidas, con un centro de I+D muy potente y tenemos que seguir haciéndolas”.
La entrevista, de la que damos cuenta a continuación, estuvo conducida por Dani Alvarez.
Hablamos de la mítica Ufesa…
Eso es, la plancha de referencia entonces para muchísima gente que, sin embargo, desconocía que había sido fabricada aquí, en Vitoria. Y eso es lo grave, entre comillas, del asunto. Llevamos más de 40 años produciendo muy buenas planchas en Euskadi, muy reconocidas, con un centro de I+D muy potente y tenemos que seguir haciéndolas…
¿Por qué recuperar ahora ese mítico producto?
Porque tenemos un proyecto muy importante en Vitoria para recuperar la esencia de lo que fuimos. A lo largo de la historia de la planta se ha desarrollado producto -gracias a nuestro centro de I+D- y se ha fabricado para marcas como Philips, AEG, Bosh o Siemens y en los últimos años bajo el grupo BSH con exclusividad para Bosch y Siemens.
¿Cómo pretenden hacerlo?
Siendo muy flexibles y eficientes, continuando con un desarrollo de producto muy bueno y dando al mercado lo que necesita. Para eso contamos con una gran ventaja que es nuestro centro de Innovación y Desarrollo, el corazón de SDA, en el que trabajan a día de hoy quince personas de nuestro equipo y de donde han salido en los últimos tiempos hasta un centenar de patentes, algo extraordinario. Dentro de cada plancha hay un mundo de tecnología y especialización que resulta absolutamente necesario para que el producto sea realmente bueno, y nuestro centro de I+D trabaja en ese sentido.
¿Cómo fueron capaces de revertir una situación económica y empresarial tan complicada como la que sufrieron hace unos años?
Con inversiones en la automatización de nuestra planta muy importantes y el compromiso de todo nuestro equipo. Así hemos podido salir adelante. El resultado hoy es una empresa muy buena a nivel productivo, con una calidad óptima y a la que ahora le toca evolucionar hacia un modelo más flexible y ágil…
¿Por qué?
Porque ya no nos vale solo con la calidad y la productividad que hemos demostrado sino que tenemos que complementarlas con la agilidad y la flexibilidad que nuestros mercados y clientes nos exigen. Es el único camino si nos queremos diferenciar de la competencia, pues nunca vamos a poder ser más baratos pero sí mejores. Tenemos que ser endiabladamente rápidos para dar respuesta, como digo, a las necesidades de nuestros clientes, que son inmediatas, y ese es el proceso en el que estamos ahora mismo.
¿La apuesta no parece nueva…?
Puede ser, pero cuando formas parte de un gran grupo multinacional como era nuestro caso, en determinados momentos surgen unas rigideces de las que ahora, ya independientes, nos tenemos que desplazar. Tienes que desarrollar rápido y llevar al mercado ese desarrollo tan rápido para que el cliente lo tenga.
Durante la pasada crisis cobró fuerza la idea de que competir en un sector tan atomizado como el del pequeño electrodoméstico con los fabricantes asiáticos era poco menos que un suicidio empresarial… Sin embargo, ustedes nadan contracorriente y defienden ahora que hay mercado y producto…
Es cierto y es lo que creemos de verdad. El reto es importante, sin duda, y va a entrañar mucha complejidad porque lo fácil es comprar, por ejemplo, en China, donde existen productos razonables y a un precio muy bueno. Por eso nuestro escenario debe ser otro y debe pasar por ser más competitivos para ser capaces de plantarles cara. Los clientes quieren el bueno, bonito y barato, y todo no se puede pero sí que tenemos que dar el máximo para desarrollar un producto muy bueno, con mucha calidad y que no sea excesivamente caro. Tenemos que buscar ese equilibrio para poder competir.
¿Está la empresa ahora mismo donde usted quiere que esté?
No, ni mucho menos. Todavía nos queda muchísimo camino por recorrer. El año pasado fue el de la emancipación, con una razón social ya en Vitoria desde la cual desarrollábamos y fabricábamos para BSH, pero este 2020 debe ser el del despegue, el de encontrar nuevos clientes que nos garanticen que podemos ser capaces de salir adelante sin esa producción que venimos haciendo para ellos.
En Vitoria-Gasteiz 2 de marzo de 2020